Hace algunos meses ya, tuvimos la
oportunidad de descubrir el magnífico trabajo de Daniel Guillotin, grabador en
Caen (Normandía). Estamos seguros de que al ver los doce grabados que le
proponemos muchos va a experimentar el mismo placer que tuvimos al descubrir a
este artista, su imaginario a la vez profundamente sensible y cargado de sentido,
al penetrar en su expresión determinada
por un potente rigor y una mirada fundamental que no prescinde de los
matices. El artista tiene 48 años, nació en Caen donde vive todavía y trabaja.
En 1984 se gradúa con el diploma Nacional de Las Artes y Técnicas de
En este mundo de encargos en el
cual se quema el tiempo como la paja, Daniel trabaja para sí, de noche, por
periodo, la escritura, la música y… la pintura. Pero algo anda mal. Algo o más
bien alguien ! “Pierre Soulages me fascina hasta tal punto que me traba, dice
Daniel. Es una parálisis expresiva . Todas las emociones, todas las sensaciones
que en él descubro parecen absorberme
cada vez más como si por mí hablara. Sencillamente tengo la impresión de
ya no me queda nada por decir. ¡ Nunca
lo sabrá pero tardé años en olvidarle!”. Con el tiempo Daniel continua, sin él,
sin más. Hace cinco años decide distanciase de su trabajo, trabajando menos
para los demás y un poco más para sí mismo. Durante un año construye su propio
taller, crea una asociación que se propone acompañar a los adultos en su
expresión plástica. Será “L’Atelier du
Haut de
Daniel
Guillotin trabaja partiendo de texturas. Conoce el placer de la mano pero no se
equivoque, le gusta el color cuando está a punto de surgir y sale entonces al encuentro de la luz
que mana de la oscuridad.
Trabajo misterioso, las más veces ejecutado en un
espacio vertical (¡de pie !), puertas secretas a la felicidad del olvido o más
bien de la vida en armonía.