Sandrine Richard, muy pronto, trata de enseñar su trabajo. Participa en varias exposiciones colectivas en la Costa azul (Vence, Valbonne, Cannes, Toulon, Nice, Fréjus, St Tropez…).Tiene la suerte de que se le organicen varias exposiciones personales de su trabajo (Cannes,Théoule…).Sus primeras obras a veces perturban al público. Intentan expresar la sensualidad y la potencia de la vida. Con frecuencia traducen la soledad humana, la negrura del alma, los pavores sumidos en lo más hondo de los cuerpos. ¿Será una manera de ahuyentar su propia parte de oscuridad invisible o de intentar romper sus propias cadenas? ¡ El ser dos caras tiene! Por eso, Sandrine Richard desea explorar también el amor, el sexo y la belleza humana.
Sus gustos pictóricos son definidos. Entre otros artistas se refiere a Otto Dix, Munch, Balthus, Alberto Giacometti, Nicolas de Staël, Francis Bacon- a quien homenajeó con varias de sus obras -, Jean Rustin, Lucian Freud, Schiele o Ernest Pignon-Ernest.
“No se trata de enseñar sólo lo visible, sino de intentar inscribir la resonancia de una vida íntima y de asumirla como se reinvidica una libertad legítima, “escribe A. De Curtyl en un artículo dedicado al artista. Sandrine Richard nos habla de este espacio interior que opera en cada uno de nosotros con más o menos fuerza. “Proyecto en mi obra la fuerza de mis sentimientos,“ dice el artista.
En paralelo a su trabajo de artista que oscila entre figurativo y abstracto, vive y crea en el mundo de la fotografía. Hoy en día reside y trabaja en Cannes. ¡ Le deseamos una fructífera continuación!